viernes, 28 de mayo de 2010

ETAPA 0. DE MADRID A ST. JEAN PIED-DE-PORT


[…] El último trayecto, lo hemos hecho por carretera. Un autobús nos esperaba a la salida de la estación de trenes de Bayona. No cabe ni un alfiler, o mejor dicho, ni un peregrino. Podían contarse con las manos las personas que iban por motivos diferentes al Camino de Santiago, el resto todo eran mochilas, palos de senderismo, botas de montaña, pero sobretodo sonrisas e ilusión. La carretera serpentea entre valles verdes y sierras con extensos pastos. Arriba encinas y robles, abajo helechos y arbustos. El cielo amenaza con lluvia, y después de media hora de camino ha dejado caer algunas gotas, desencapotándose al hacer el primer alto en el camino, donde el atardecer nos ha regalado un arco iris como no recordaba que existían. El resto del trayecto, lo he pasado durmiendo. […]

[...] St. Jean Pied-de-Port es un pueblo pequeño y coqueto. Como aldea medieval, consta de un casco antiguo y amurallado, con calles empedradas ladera arriba y bonitos edificios que nos transportan al medievo francés.
La arteria principal es la calle Citadelle donde se agolpan la mayoría de los albergues para peregrinos. Fuera de la muralla, se encuentra la “ciudad” nueva, con tiendas de moda y restaurantes donde la gente local hace una vida más mundana.

He dado una vuelta por el pueblo hasta la
sede de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago donde dan al peregrino un trato muy especial. Allí he podido recoger algo información para mañana (mapa del recorrido, mapa de relieve de todas las etapas y albergues del la Ruta Francesa), mi credencial y una vieira que ya cuelga de mi mochila. Después de intercambiar algunas palabras con los compañeros de habitación de vuelta al albergue, he ido a tomar unas cervezas con Angelo, un italiano algo loco pero con una sola cosa en mente, la etapa de mañana va a ser muy dura.

(foto: St. Jean Pied-de-Port)

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