martes, 25 de mayo de 2010

LOS BLOGS Y YO, UN AMOR IMPOSIBLE


Hace mucho que tengo en mente el escribir un blog. Siempre me atrajo la idea de comunicar a través de este medio; conciso y breve, lo suficiente como para no llegar a aburrir, algo que me sucede a menudo con la lectura. No hay que pagar nada ni a nadie para publicar. Escribir es gratis y el soporte para hacerlo, el blog, también; uno puede escribir sus ideas, ya sean descabelladas o menos descabelladas. Eso de los blogs pintaba muy bien, si señor. Era justo lo que necesitaba: un espacio donde poder dar rienda suelta a las palabras. Sin embargo durante mucho tiempo no tuve nada para escribir o por lo menos, no supe como darle forma.

En 2004 empecé tímidamente escribiendo en mi espacio personal de msn en el que comentaba noticias que me habían parecido curiosas o con cierta controversia. Fue una buena toma de contacto y hasta conseguí que alguien, además de mi hermana y mi madre, lo leyesen. Meses más tarde el blog había desaparecido de la noche a la mañana; la falta de tiempo ocupó su lugar. Sería el primer intento, pero no el último.

A mediados de 2009 viajo a la costa oeste de EEUU, empiezo a trabajar para el Circo del Sol y un nuevo blog empieza a tomar forma. ¿Quién no ha querido alguna vez en su vida trabajar en el Circo y vivir en California? El blog parecía venderse por sí solo, pero demasiado pronto: acabé como en el cuento de la lechera. ¿La piedra con la que tropecé? el buen clima de la Baja California y un trabajo que sólo me dejaba tiempo para trabajar algo más.

De vuelta en España surge la idea del Camino de Santiago y de nuevo la de escribir (por enésima vez). No hace falta tener dos dedos de frente (con uno, vale) para darse cuenta de lo opuesto de los conceptos. Escribir durante el Camino iba a implicar cargar con el portátil, algo que como una buena amiga me dijo “no ayuda nada a la peregrinación”. Era consciente de ello, pero algo me decía que tenía que hacerlo a pesar de todos los quebraderos de cabeza que iba a crearme. Y aquí estamos, con la primera de las entradas de un blog que aunque con fecha de caducidad (Santiago de Compostela), ha despertado toda mi ilusión y ganas de mi mejor buen hacer. Espero que disfrutéis leyéndolo tanto como yo voy a disfrutar escribiéndolo.

Un saludo. Jose.


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