lunes, 7 de junio de 2010

CODEX CALIXTINUS, GUIA “DE BOLSILLO” DEL S. XII


Estamos en plena Edad Media, las peregrinaciones a Santiago han llegado a su máximo apogeo. Peregrinos provenientes de toda Europa abarrotan la ahora conocida con Ruta Francesa: de 200.000 a 500.000 personas al año recorren el Camino hasta la tumba del Apóstol y las grandes editoriales son los monasterios, donde los monjes manuscriben copias de los textos litúrgicos más relevantes del momento. Esto no sólo hizo que poblaciones enteras crecieran entorno a los restos del apóstol, sino que además, se convirtiese en lugar para que ladrones y oportunistas hiciesen su agosto.

El Códex Calixtinus nació de la necesidad de plasmar toda la información posible acerca de los Caminos de Santiago donde se hablase de sus ciudades y sus gentes, de su cultura y tradiciones y por supuesto, para advertir a los caminantes de los peligros y desavenencias del Camino.


Consiste en una compilación de 255 folios manuscritos y divididos en 5 libros que fue encomendada por el papa Calixto II al monje francés Aymeric Picaud. El libro se compone de en su mayoría de textos litúrgicos, milagros, composiciones polifónicas y otras relatos que no tienen cabida aquí. Resulta de especial interés el libro V, en el que, bajo el explícito nombre de guía del peregrino, se escribe la primera guía del Camino de Santiago. A continuación, dejo unos cuantos fragmentos que me parecieron los más controvertidos.

El
capítulo VI (ríos buenos y malos del Camino) nos habla de los ríos que cruzaremos a nuestro paso y de cuales podemos beber y de cuales no. Entre otros, podemos leer fragmentos tan poco acertados como "[…] Por la villa denominada Los Arcos, discurre una corriente mortífera y después de Los Arcos […] pasa a una corriente de agua mortífera para las caballerías y los hombres […]".

El
capítulo VII (nombre de las regiones y características de las gentes del Camino de Santiago) guarda algunas joyitas para navarros y vascos a los que tacha de aspecto innoble, pérfidos, desleales, borrachos, lujuriosos, crueles, pendencieros y una lista en la que hay de todo menos halagos. Salen mejor parados los castellanos de los que dice son malos y viciosos o a los gallegos que después de alabar su tierra y sus productos los califica de iracundos y litigiosos, casi nada.

Tras leer el Códex, no puedo dejar de pensar en los pobres peregrinos que fuesen a entrar en España por primera vez. Con las pestes arrojadas por el monje Picaud sobre tierras españolas, más que un bordón para defenderse, iban a necesitar un par de escoltas. Por suerte hoy sabemos que aunque rotundo, Aymeric Picaud no estaba en lo cierto y
aquellos que visiten en norte encontrarán en sus gentes a unas bellísimas personas y unos anfitriones sin parangón.

Si te apetece echar un ojo al pasado y ver desde un punto de vista diferente al de las guías actuales el Camino Francés, te recomiendo que leas el
libro V del Códex Calixtinus, o bien que te hagas a un amigo librero y que te regale un ejemplar, gracias Sergio.

(foto: imágen del Códex Calitxinus original)

1 comentario:

  1. hey nano! dale duro!!! el blog te está quedando de puta madre! por aquí me dicen cuándo te pasas por casa a probar una auténtica cena china. Nos vemos pronto! abrazos y ánimos! diviertete por ti y por los que no podemos acompañarte ;)

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