viernes, 25 de junio de 2010

SANTIAGO EL MAYOR


De pequeño no quise estudiar religión. Existía la opción de estudiar aquella asignatura llamada ética. Nunca supe de que iba eso, sólo el nombre ya me ponía los pelos de punta. Es posible que sea por eso por lo que desconocía el porqué del nombre de la ruta Jacobea.

Jacob, Jacobo, Sant-Yago, Diego, Jaime en España, Saint-Jacques en Francia, James o Jake en Inglaterra son sólo algunas de las formas que puede tomar el nombre de Santiago. Algunos derivados del hebreo Yaakov, otros debido a transformaciones léxicas como el de Diego. Fue hijo de Zabedeo, un pescador del mar de Galilea y Salomé y predicó en España durante toda su vida apostólica, convirtiendo a menos fieles de los que le hubiese gustado: en Zaragoza, donde gozó de más éxito, sólo ocho.

Cuentan los relatos, que cuando la Virgen María vió que su muerte se acercaba pidió a Jesucristo morir rodeada de todos los apóstoles. Dado que éstos se encontraban repartidos por el mundo predicando, Jesucristo hizo que fuese la misma Virgen la que se presentase en forma milagrosa ante todos para que iniciasen su retorno a Jerusalén.


Que la Virgen le pidiese a los apóstoles volver a Tierra Santa en aquel entonces, fue sentenciarlos a muerte. Aún así, accedieron. Santiago no tardó en ser apresado y decapitado en el Monte Calvario hacia el año 44 d.C. Se dice que sus discípulos habrían llevado su cuerpo en barco desde Judea nuevamente hasta tierras gallegas donde fue enterrado. Después de esto la tumba del Apóstol quedó en el olvido durante siglos.

No se sabe a con certeza cuando fueron descubiertos los restos del apóstol, pero existe referencia a ella por primera vez en el documento de La Concordia de Antealtares firmado en 1077, un documento que relata los rifirrafes de un abad y un obispo. Fue un anacoreta llamado Pelayo, quien creyendo ver en el fuego fatuo cientos de diminutas luces hayó el cuerpo del santo (que después darían nombre a la ciudad: campus stellae o campo de estrellas). Otros dicen que las estrellas de la Vía Láctea le marcaron el camino. Allí se erigió la catedral en honor al Santo, que no es poco, convirtiéndose en uno de los puntos más importantes de peregrinaje de la cristiandad.

(foto: imagen de Santiago peregrino)

2 comentarios:

  1. ánimo campeón! se te ve muy bien! vaya experiencia más buena estás teniendo, disfruta porque ya sabes que, por desgracia, oportunidades de estas se nos presentan pocas en la vida. Dale duro y que esas botas no paren de caminar!

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias Raúl! Ayer me acordé de ti, ¿adivinas que comí para cenar? Lo venden en "buckets" y tiene cierto aire oriental... ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar