miércoles, 2 de junio de 2010

LOS CALCETINES “DE HACER DEPORTE” EL GRAN ENEMIGO DEL PEREGRINO


Tan sólo ha pasado una semana desde que empezamos a caminar y ya han aparecido las primeras ampollas. Los ungüentos y remedios de la abuela que prometían ser la solución definitiva contra ellas, parecen no haber surtido efecto y mientras nos preguntamos que ha podido salir mal, enhebramos la aguja para dar fin a las dichosas pompas. La historia de nunca acabar. ¿Es posible que los calcetines “de hacer deporte” blancos y con las típicas rayitas azul y roja que nos regalaron para Navidad no sean los más apropiados para el Camino? Probablemente no.


Los calcetines comunes suelen estar realizados en algodón. Es un material muy cómodo y barato, pero que retiene una gran cantidad de sudor, creciendo la probabilidad de que salgan ampollas, y si son de mala calidad, muy “abrasivos” sobretodo si los acabas de lavar. Pueden ser cómodos para dormir o sacar a pasear al perro, pero poco apropiados para andar grandes distancias.




Existe una mejor opción para andar el Camino. Son calcetines especializados, muy cómodos y sobretodo, "secos". están hechos con lycra y otros materiales sintéticos que expulsan en sudor hacia fuera, sin relieves ni abultamientos, con distintos grosores según la zona y otras virguerías tecnológicas (con precios acordes a las mismas, claro).


Mi consejo es que no escatiméis en la calidad de los calcetines. Estar acostumbrados a comprar calcetines “a granel”, hará que pagar algo más por unos adecuados nos pueda parecer innecesario y recurramos a aquello de: “pues a mi los de toda la vida me sirven”. No hace falta comprar un par para cada día del mes; con dos pares y unos extra de algodón para por la tarde es suficiente, en los albergues vas a poder lavarlos a diario. Gastarás algo más, pero ahorrarás algunas ampollas y andarás mucho más cómodo, después de todo, al final es de lo que se trata, ¿no?


(foto: di no a los calcetines "a granel")


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